Cómo cuidar la piel en verano: Cuidados externos e internos
El cuidado de la piel es muy importante para mejorar su aspecto y su salud. Especialmente durante los meses de verano, debemos cuidar nuestra piel a diario.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y es muy sensible a la luz solar y al calor. Por este motivo, debemos prestar más atención a nuestra salud en verano. Las altas temperaturas pueden provocar la deshidratación del cuerpo, lo que a su vez puede llevar a la deshidratación de la piel. La sudoración del cuerpo debida al calor y al exceso de agua también puede provocar infecciones (podredumbre de los pies) e inflamación de la piel (especialmente en las zonas arrugadas). También están los efectos de la luz ultravioleta por la exposición prolongada a la luz solar.
Esto no sólo aumenta el riesgo de cáncer de piel (melanoma), sino que también acelera el envejecimiento de la piel, haciendo que pierda su elasticidad y se arrugue. Una piel mal cuidada pierde su factor de hidratación a corto plazo, que impide el secado en profundidad de las células, provocando sequedad, aspereza, descamación y agrietamiento.
Cuidado externo de la piel
1. Hidratar la piel a diario
Dúchate e hidrátate (2 litros al día) para evitar que la piel se reseque. Sin embargo, es aconsejable aplicar una crema hidratante adicional después de la ducha, al tomar el sol y antes de acostarse. No olvides hidratar las zonas sensibles como los talones, los codos y las rodillas.
2. Utilizar la protección solar a diario
Durante los meses de verano, la protección solar debe convertirse en un hábito diario. Aplique un protector solar de alto factor cada mañana antes de salir de casa. Guarde un pequeño envase de SPF50 plus o similar en su bolso o mochila por si necesita volver a aplicarse durante el día. Esto es especialmente importante si vas a estar más de 80 minutos bajo la luz directa del sol.
3. Evite tomar el sol durante el día.
Como ya sabes, los rayos nocivos del sol llegan a la piel sobre todo durante el día (12-16 horas). Por lo tanto, además de utilizar un protector solar con un FPS (Factor de Protección Solar) alto, es aconsejable evitar la exposición directa al sol durante este periodo siempre que sea posible.
La AEDV (Asociación Española de Dermatología y Venereología) recomienda el uso de un protector solar con un alto valor de SPF además de una crema solar. Esto significa que hay que proteger la piel tanto de los UVA como de los UVB: los UVA atacan la primera capa de la piel, mientras que los UVB penetran en las tres capas.
4. Cuidado de la piel interior
Es importante recordar que la salud de la piel no sólo se ve afectada por su aspecto exterior, sino también por factores internos como la dieta.
5. Bebe dos litros de agua al día.
Beber dos litros de agua al día te ayudará a despejar el rostro y a prevenir la piel grasa, la celulitis, el acné y las manchas, que además pueden oxidar el organismo. Esto es muy importante.
6. Coma alimentos saludables
Algunos alimentos también pueden ayudar a tener una piel bonita. Las frutas y verduras frescas son una parte esencial de la dieta de verano. El consumo regular de estos alimentos mantendrá tu cuerpo hidratado y tendrá un efecto positivo en tu piel.
Si estos consejos para cuidar de la piel en verano te han resultado útiles, no dudes en compartirlos con tus amigos y familiares.